La computación cuántica es el próximo avance científico revolucionario en el mercado tecnológico actual, junto con la inteligencia artificial (IA). IBM, con sede en Nueva York, ha decidido invertir en ordenadores que reduzcan significativamente el tiempo necesario para resolver las tareas más complejas. El movimiento estratégico de decenas de miles de millones se ha producido pocas semanas después del anuncio de aranceles generalizados para que la producción vuelva a Estados Unidos. IBM no sólo refuerza su posición, sino que responde a la creciente competencia de empresas de la talla de Microsoft, Alphabet y Amazon.
La compañía de software más grande del mundo, IBM, ha decidido invertir decenas de miles de millones de euros.
Acerca de la empresa
International Business Machine, conocida por sus siglas IBM, se dedicaba a proporcionar tecnología de software y hardware. A principios de los años 80, sacó al mercado un ordenador revolucionario, presentando el ordenador más rápido del mundo antes del nuevo milenio. Desde 2011, ha cambiado su enfoque hacia el mundo de la inteligencia artificial y las soluciones en la nube. Ofrece servicios de consultoría a sus clientes, proporcionando IA y software e infraestructura basados en la nube híbrida. Actualmente se centra en la mejora de la IA y la computación cuántica a través de 19 instalaciones de investigación en 12 laboratorios de todo el mundo, empleando a más de 300k empleados.[1]
Billones en computación cuántica
El interés de IBM por la computación cuántica queda patente en su decisión de invertir al menos 30.000 millones de dólares en Estados Unidos para ampliar el desarrollo y la producción de ordenadores cuánticos, incluidos los mainframes, ordenadores que se utilizan para aplicaciones de misión crítica que necesitan procesar cantidades masivas de datos. La inversión, que la empresa anunció el 28 de abril de 2025, forma parte de un paquete de financiación de 150.000 millones de dólares que prevé utilizar en los próximos 5 años para impulsar la economía estadounidense. Espera que sus planes ayuden a mejorar la competitividad y la seguridad nacional de Estados Unidos, junto con cambios en el empleo. IBM también aspira a convertirse en líder de la industria cuántica en el plazo más breve posible, lo que su Consejero Delegado, Arvind Krishna, ha descrito como la definición del futuro. También es importante añadir que, según la propia IBM, ya cuenta con el mayor número de sistemas cuánticos del mundo.[2]
La competencia es feroz
Varias empresas están interesadas en ser las primeras en desarrollar una tecnología cuántica capaz de resolver en minutos tareas que a los ordenadores comerciales convencionales les llevaría miles de millones de años. Entre ellas están los gigantes tecnológicos Microsoft, Amazon, Alphabet y Nvidia. Los tres primeros han presentado sus propios chips cuánticos: Majorana 1 (Microsoft)[3], Ocelot (Amazon)[4] y Willow (Alphabet). El semiconductor de Alphabet puede reducir los errores esperados, el de Amazon ayuda a reducir el coste de integrar la corrección cuántica de errores en casi un 90%, mientras que Majorana ofrece una arquitectura de superconductores topológicos que ayuda a resolver las tareas más complejas. Por su parte, Nvidia está construyendo un centro de investigación en Boston, Estados Unidos, donde combinará hardware cuántico con IA[5] superordenadores, además de invertir 500.000 millones de dólares en todo EE.UU. para apoyar la fabricación de superordenadores y el desarrollo de IA.[6]
Los resultados superaron las expectativas
A juzgar por sus resultados económicos, el negocio de IBM hasta la fecha ha dado sus frutos y, además, ha superado las expectativas del mercado. En el primer trimestre de 2025, la compañía logró unos ingresos de 14.500 millones de dólares, un 1% más que en el mismo periodo del año anterior, siendo el segmento de software el que impulsó el crecimiento con un aumento de los ingresos del 7%. Según la CNBC, se esperaba que los ingresos totales alcanzaran los 14.400 millones de dólares. Las ganancias por acción siguieron el mismo escenario, alcanzando los 1,6 USD, 0,2 USD por encima de la estimación. Los ingresos netos, por su parte, cayeron a 1.060 millones de dólares, frente a los 1.610 millones del año pasado. Los demás segmentos experimentaron un descenso, pero sus resultados siguieron siendo superiores a las expectativas de los analistas. En el segmento de consultoría, las ventas fueron de 5.070 millones de dólares (se esperaba que fueran de 5.050 millones) y el segmento de infraestructuras, que incluye los mainframes, añadió 2.890 millones a las ventas (se esperaba que fueran de 2.760 millones).
De cara al actual segundo trimestre, IBM espera que sus ventas crezcan hasta entre 16.400 y 16.750 millones, lo que, en el rango medio, sería más de lo esperado. Krishna aseguró a los inversores que su éxito radica en sus estrategias de nube híbrida e IA, lo que se refleja en sus resultados, mientras que las necesidades de sus clientes siguen estando en primer plano. [7] [8]
La acción ha superado a sus competidores
Mientras tanto, el gigante del software también ha obtenido buenos resultados en bolsa este año. Desde principios de año, sus acciones han subido más de un 7%, hasta 236,16 dólares (nivel del 29 de abril de 2025). Descensos más significativos registró la compañía a principios de abril de 2025, tras el anuncio de aranceles generalizados, y el 23 de abril de 2025, tras la publicación de los citados resultados económicos, provocados por el anuncio de la suspensión de 15 colaboraciones con el Gobierno estadounidense en el marco de la investigación de la Administración Trump. A pesar de ello, IBM salió mucho mejor parada que los citados competidores. En el último año, el precio de las acciones de la compañía ha subido un 41%, y si miramos el rendimiento a 5 años, se trata de un aumento de más del 102%.

La evolución de la cotización de IBM en los últimos 5 años. (Fuente: Google Finance)*
Conclusión
La inversión de IBM no es sólo una ambición de acelerar el trabajo en muchas áreas, sino un movimiento estratégico que también puede afectar al valor de la empresa. En el contexto de la competencia, también es una señal de que la empresa quiere reforzar su posición en un entorno tecnológico en rápida evolución. Sin embargo, no hay que olvidar los riesgos, ya que aún se trata de una tecnología nueva que requiere, entre otras cosas, un gasto elevado.
* Los resultados pasados no garantizan los resultados futuros.